domingo, 2 de septiembre de 2012

Nuevos textos de Lourdes Landeira, septiembre 2012

I

La calle es angosta y los viejos adoquines, desparejos.

Una mujer
zigzaguea
sombras
que no hay en la noche llena.
igual las esquiva.

Incipientes, hojas de árboles de árboles hasta ayer secos
se mueven lentas
suenan lentas,
 ignoradas.

En los techos de casas sin nombre, se atasca un murmullo
y aturde
y confunde.
Y, de pronto, una palabra escapa, traspasa muros y barrotes
Pero una rama la apresa,
la hace raíz.

La luna es escasa y el horizonte no asoma, la mujer
imagina un claro de agua
pero no lo ve.
La calle es angosta y las viejas raíces, adoquinadas.

 II
En la calle angosta,
viejos adoquines desparejos
zigzaguean una mujer
esquiva,
la sombra inexistente
de una noche llena

Árboles ayer secos
mueven hojas incipientes
lentas, ignoradas.

Las voces es atascan en los techos,
casas sin nombre
aturden

una palabra que, aun así, escapa
traspasa muros
se hace raíz en una rama

Luna y horizonte, escasos,
clarean gotas
ríen tormentas.
En la calle angosta,
con viejas raíces adoquinadas
un paso de mujer
multiplica ecos
de una luna nueva. 



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