I.
Después de una semana de intensas lluvias,
la noche en cuclillas sobre mi ventana,
las huellas de tus zapatos ,
en mi memoria.
Las ramas del ciruelo
sombrean
los vidrios húmedos:
un teatro de títeres, en la casa otra.
Y el coronel persigue a la reina detrás de la cebolla
(Si supieras)
Quiero un cuento antes de irme a dormir,
¿me contas uno, mamá?
II
Tchaikovski agita las ramas
de la tormenta la
otra noche:
Un espejo roto, el mismo mapa y
siete años de mala
suerte
– a la reina batata, a la nena no
III
El eco de mi risa niña
azulea
vocales en gajos
De la resaca en tormenta
no quedan consonantes para encender la llama.
IV
Una canción murmura,
casi madre,
palabras des-armadas en el fondo de la olla.
El guiso al fuego
– aroma de infancia a borbotones –.
V
Octubre.
El vestido azul entre las ramas del ciruelo
acuna el silencio
de mil ojos y noche
sobre mi ventana
VI
Los tréboles a duelo de reinas
y un coronel al acecho.
De las huellas de tus zapatos en la arena,
se pierden los contornos
a penas en el hueco.
VII
Un guiño de cebolla al cruzar la noche
El aire espeso
(un vaho caliente en la cara)
Y la náusea en el plato
Pero la noche no sabe de reinas
y apenas puede,
le muerde la cara.
VIII
Hace frío y tengo sueño
Rompe la lengua entre los dientes su nombre
La noche estalla
la boca abierta
Y había una vez una reina
deslunada
en más de una esquina
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