La apuesta asegurada
Sin suerte en esa
mano,
por fin su boca ha cerrado,
y dejará de apostar
contra tu juego.
Por esa senda
anduve yo,
él muy bien la junaba,
minucioso anduvo
minucioso anduvo
tras todos mis
pasos,
ésa era su estrategia
y yo, concentrado,
con el miedo latiéndome,
por su atención
en mi nuca,
en las barajas que presentaba,
a mi eclipse.
Ahora,
tené cuidado
cuando vuelva,
como un patético
ganador,
no dejará títere con cabeza
y la primera en su lista negra
será tu sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario