martes, 30 de abril de 2013

Daga de luz, Bosque amarillo, poemas de Mariana Silvestre, mayo de 2013


DAGA DE LUZ

Soñé  la noche y que envolvía todo con mi negrura.
Las hojas, al verme ,eran sombra de vida.
Me recosté sobre el agua y los peces sintieron mi aliento frío.

A través de la ventana, recorrí las habitaciones hasta llegar al cuarto. Dormida, moviste los dedos como llamándome.

Respirar
                            hablaste del viento y de un camino de piedras iluminado por la luna
                                                                         (un recuerdo que acecha bajo la almohada)
El follaje cubrió la ventana para siempre.
Y un manto negro ahogó tus palabras.
Quise que fueras la noche
                                            Pero una daga de luz
         hizo parir las estrellas.
Supe que no podíamos ser una,
aunque brillara en el negro de sus ojos.



BOSQUE AMARILLO

Hubo una vez un álamo,
perdido entre otros álamos.
Hubo una tarde y un encuentro.

                                  Mirada entre la hojas

Las venas salvajes, laten.
    Sacuden el cuerpo
             hasta  volverlo cenizas.

Hubo otro amor y otro álamo.
círculo de vida.

                       Nieve helada  corrompe los huesos.


Bosque amarillo
con  hojas como lluvia


Hubo noche y silencio.
Susurro del viento,
canción de cuna,
que resuena en la tormenta.

Hubo un amor y un álamo.

Una tarde,
                   en mis preferidas.

1 comentario:

  1. Hola, Mariana mi nombre es Horacio soy alumno de Gabriela.Quiero decirte que tu poema me gustó mucho tenés mucha sensibilidad,te felicito!de dejo mis saludo.

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