VÁRICES
Maldiré mis várices
en el
cuchillo
lamentado
de algodón
piernas cansadas
de
imaginar
sogas de seda.
Pasaré la
navaja
en las
rutas del camino
azul,
escupiré
la sangre
del
veneno de tu saliva.
En los
nudos de mi pelo recogido
la guillotina
ahí destrozaré
las voces
y la
transparencia quebrada
de mis piernas
asesinas.
Bendeciré
el filo
de la bronca
pintaré
la acidez de tus ojos
ciegos
de
blanco
en el
precipicio.
El fin
de mi carne
en color violeta.
De mi
mano,
te hundirás en las partículas
celestes
de mis venas.
Maldecime
entre algodones
Una vez
más.
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