Cada hilo de luz
pudo ser lazo
de
algún rayo
puente
otro,
solo trueno,
nubes
Cada mañana pudo una promesa
y
muchas tardes
-por
mil noches-
entresueños.
Este mediodía de plena niebla
ofrece
el lazo
aprieta
Conozco a un niño de rodillas sucias
Sé de su bicicleta
de tres
ruedas
calle arriba
silba
calle
abajo
sueña
Sus dos manos firmes al manubrio
ahora se desprenden
me saludan
yo
no
le respondo
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