FLECOS DE FUEGO
El flautista de turno
atrapó gotas y agujas
y supo olvidarlo todo en ese instante:
y supo olvidarlo todo en ese instante:
las lágrimas
van y vienen
al buscar pistas
deshilachadas
por dientes de fuego.
Se cruzan
-metálicas-
sin sonido
maravillosas, en repentinas fiebres alternas.
maravillosas, en repentinas fiebres alternas.
Sangra algo extraño a todos nosotros
sospechamos
en vano del alma de llaves
¿serán las libélulas, tan intrépidas,
en la lluvia que se avecina?
Y el flautista pierde el turno,
en la fila del
olvido.
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