martes, 24 de julio de 2012

Nuevos textos de Cecilia Miano, Julio de 2012


          Mañana con juego de luces,  nubes despreocupadas, brisa fresca, humedad vaporosa  en pava, mates amargos y tostadas dulces.
    La masa entrecruza dedos, la idea de tenerla enfrente dispara ……muy linda tu hijita, Cora, con esos aires de reina, seguro podés decirle cuántas cosas han pasado ustedes para que sepa, la pobre… ¡ah!, tu marido se lo dice… ¡sí, seguro, es su estilo, el muy charlatán le dicen… ! Contame cómo van los preparativos para tu cumpleaños, seguro tenés todo organizado, las tortas, los manteles, la limpieza… sí, espero que atiendas la puerta, sí, sí, sos una mujer muy solicitada y nunca dejarías a nadie esperando…bueno eso no sé si es tan así, yo recuerdo a ese fulano de Tres Lomas… no me pongas esa carita apurada para avisarme,” de eso no se habla”, yo soy una mujer con códigos … ahora, entre nosotras, el otro día vi a Benito, deslucido, ¿cómo hacés para soportar a un hombre con su carácter?, él siempre con esa carita de “yo no fui”, con esa lentitud de tortuga… ay, se me está yendo la lengua, perdón, ya sabés con todo el amor que te tengo podría defenderte ante cualquier ataque… ¡ah!, si, bueno, es verdad, él no te ataca, pero tiene cosas… ¿te acordás en el velatario de Clara?, parecía un familiar, está bien, ella era un ser muy querible, pero llorar y no poder moverse de ahí me sorprendió… bueno, tenés razón, cuando los hombres son sensibles nos quejamos, cuando no lo son, también… ¡cómo lo defendés!...  ¿sabés?,¡ la vi a Dominga!, ella siempre con novedades, me dijo que el hijo de Mabel está de novio con la hija de Marta… sí, ella, la del kiosco, sí, son buenos chicos, aunque la chica es un poco ligerita, ya van no sé cuántos novios… ay, qué cosa, parece que hoy nada te cae bien, ¿será que algo te molesta?...     Me olvidaba, el otro día me crucé en la calle con Salvador y me dijo que te vio en el médico, ¿te pasa algo o es rutina?, porque como no comentaste nada… bueno,  yo siempre me preocupo por vos y por todos, ¿viste como es mi carácter?, ¡ah!, para que te den ganas,  estoy amasando unas pizzas porque tengo invitados para la noche, nos reunimos con los primos de Carlos y estoy en preparativos, hice una torta borrachita, pongo una picada grande y las pizzas, después nos jugaremos unos partidos de canasta, sí, lo más lindo; bueno, si gano, a mí me gusta ganar, sí o sí… ja,ja! Sin trampas, todo por derecha pero ganar y si no, ¿para qué se juega?...
    A lo mejor Benito te puso al tanto de la situación de José, el marido de Dominga, es difícil, pero el hombre le pone garra, desde que se quedó sin trabajo se las rebusca, pone y saca d e aquí y de allá…    Después de estas pizzas, estos chicos van a chuparse los dedos, no soy prolijita como vos, pero me salen buenísimas y ellos hace mucho que no vienen, ¿qué?,¡ah! Son los primos de Tres Lomas, Javier y Claudia. Sí, son charlatanes, buena onda, llegan a las ocho más o menos, seguro  ella trae algo rico, cocina muy bien… ¿viste?, viene de familia, ¡si no cocinamos bien, no entramos!  Viste en qué ratito están listas, bueno, un día te enseño a hacerlas, mañana nos vemos y tomamos unos mates, así te cuento todo lo de esta noche. ¡Que sigas bien amiga!
     El aroma de levadura hinchada se cuela por los recuerdos, el mantel se estira con  ayuda de dedos sagaces, las copas se llenan de alegrías y el murmullo se estira hasta las carcajadas. La noche asoma presurosa para contemplar la escena.  Mañana será otro día.  






I
Los gorriones orientan
                               grises
en zapatos gastados;
                          la suerte está echada
en el amarillo
sobre agujeros
de sol,
                entre los  ruidos
                  celestes gloriosos
de los verdes que se guardan
 para el final
              anaranjados gastados
                 en cabalgar paisajes
restan importancia
                     a la buena o mala suerte.


Mi salvador
orienta la llegada
              de las alas
salgo a
         caminos de historias perdidas,
en sillas de hamacas,
                            la  Colorida
                               llega cerca
me abraza
 y me cuenta:
            la suerte se echa a verdear
                                    para el final.



II
Vino un barquito de
                       rojos en labios con gracia,
 en caramelos enrulados, amarillo,
naranjas en rodajas jugosas,
                     en noche de ayer, azul,
marrón en tierra amontonada,
                         en mentas solitarias, verde
violetas en sueños perdidos,
                      en pompones de lana, rosa
negros en ojos profundos,
los tintes se burlan
de mi vista cansada
mi guía, el barquito manso, 
                         me atraviesa.

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