De cuando el ovillo era el objeto del gato
Si rueda al paso
ovillo en lana violeta
es porque yo misma
tejí
dentro
alfileres
en cuerpo.
Es que lo veo
-redondel telado-
al hilo juguetear
los gatos.
Y es baile
de matices rosados,
consume
frío
y rinconea
el algodón retorcido.
Si viene a mí
ovillo pompón,
- ola de pañolenci fileteada-
es porque lo prefiero así
tan enrejado
en su mismo
juego.
Y el ovillo se hizo pieza en tu cuerpo perfumado
Ya advertí
las veces que te fuiste:
El pulóver será tuyo
para los dos.
Lo tejeré a las 3 am
cuando no haya más nadie.
Lo bendeciré con Henno de Pravia
para contemplar
el vaivén, las lanas
erguidas en su eje,
anudada violeta y rosa,
tan estirada como
recubierta de piel
Yo te lo advertí:
muerto el ovillo,
la pieza vestirá lanada
-a la mañana siguiente-
cuando vuelva
tu transpiración
en sal
y colonia de abuelas.
Los deshechos deshacen las pieles de lana ovilladas
Así te quise
tan suelto de ropa…
y pensar que la lana
encarcela venas,
y los huesos calmos
sedientos de aire.
Mientras,
el ovillo
deshecha
el violeta lanar
y puede
la libertad
en mi cuello.
Ahí
ovillo olvido
abrazo el desteje hielo
y camuflo el violeta venar:
lanadamisma
es tu piel desnuda.
Lo prefiero así
para vos ahora:
deshilacharme los ovillos
hacerlos cuerdas
y nudos
para siempre.
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